Lic. Alejandra Torres
¿Qué es el trastorno obsesivo compulsivo?
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad cuya característica principal es que quién la padece sufre de una serie de pensamientos obsesivos y de compulsiones (o rituales) que no pueden controlar. La persona reconoce que estas ideas y rituales son ilógicos, pero siente que no puede dominarlas y ello le genera mucha ansiedad y malestar.
Generalmente comienza durante la adolescencia y tiene un curso fluctuante a lo largo de la vida del paciente. Actualmente se considera que es el cuarto trastorno psiquiátrico más frecuente. Si bien no se puede predecir quién desarrollará TOC, se ha demostrado que puede haber factores hereditarios implicados. Así pues, la tendencia a desarrollar TOC puede ser parcialmente hereditaria, pero no el trastorno en sí mismo. Existe una forma de TOC prepuberal con preponderancia en compulsiones, que comienza antes de los 11 años y es importante que sea tratada a tiempo. Algunos niños saltan las rayitas de las baldosas, o rozan objetos (necesidad de tocar), o ritualizan la hora de ir a dormir (ubicando los osos en un orden estricto). Luego de la pubertad, al comenzar el desarrollo expansivo del pensamiento abstracto, comienzan las obsesiones o los niños cuentan con más recursos cognitivos para contarnos lo que piensan. Durante la adolescencia están presentes las obsesiones y las compulsiones.
Las ideas que no pueden evitarse pensar son llamadas obsesiones: son ideas, impulsos o imágenes no deseadas, involuntarios, que aparecen repetidamente en la mente y causan ansiedad, angustia o malestar. Estas obsesiones parecen venir de la nada, no son generadas intencionalmente por el individuo y son vividas, por lo menos al comienzo, como pensamientos repugnantes y sin sentido que la persona intenta esforzadamente ignorar o suprimir. Generalmente los pacientes reconocen que estas obsesiones son producto de su propia mente, y por ello tienden a pensar que están “locos” y evitan contarle a otra persona lo que les pasa.
Las conductas repetitivas son llamadas compulsiones: son comportamientos rituales estereotipados que se llevan a cabo, durante mucho más tiempo de lo normal, de forma repetitiva e ininterrumpidamente, y que la persona realiza para reducir la ansiedad provocada por una idea obsesiva. El alivio luego de realizar la compulsión es temporario.
Para alguien ajeno a esta enfermedad, estas obsesiones y compulsiones carecen de sentido, pero quien padece TOC no puede evitarlas: le provocan ansiedad, le generan una tremenda angustia y le causan un gran sufrimiento.
Trastorno obsesivo compulsivo en niños
La edad promedio de inicio en la infancia es alrededor de los 10 años. Entre las obsesiones típicas en niños y adolescentes están: miedo a la contaminación, fijación con números de buena suerte y de mala suerte, emplear mucho tiempo en realizar tareas cotidianas, necesidad de orden y dudas excesivas. Por ejemplo, piensan en la posibilidad de morir ellos o algún familiar cercano.
Estos pensamientos provocan ansiedad y pueden conducir a realizar rituales como limpiar, lavar, tocar, contar, organizar, comprobar y acumular cosas de forma compulsiva. Este trastorno afecta gran parte de la vida del niño y es particularmente limitante, porque afecta a los niños durante un período crucial de su desarrollo social y educacional.
Hay una prueba fácil para saber si lo que realiza el niño se trata de una compulsión: si se lo interrumpe mientras está realizando una compulsión que es para él un juego, el niño dejará lo que estaba haciendo y se quedará tranquilo; si en cambio, se trataba de una compulsión que forma parte de un TOC, la irritabilidad está casi asegurada, porque se lo interrumpió en algo que realizaba para disminuir la ansiedad, aunque él no sea suficientemente consciente y, es posible, incluso, que lo vean agresivo.
Al contrario que los adultos, es posible que los niños no reconozcan que sus obsesiones no tienen sentido y que sus compulsiones son excesivas.
Pautas para tratar con personas con TOC
- El TOC es el problema, no la persona. Intente no mostrarse molesto o enojado.
- Entender y aceptar que la persona con TOC siente que no puede dejar de realizar la conducta compulsiva por temor a que ocurra algo temido.
- Cuanto más sepa sobre el TOC mejor. De este modo, pueden aprender formas de ayudar y alentar a la persona a cumplir con las indicaciones realizadas por los profesionales que se encargan del tratamiento.
- No colabore con el TOC ayudando a la persona en la realización de los rituales. Así se genera un circuito que sólo ayuda a mantener el problema.