Guía de Psicoeducación para el Trastorno de Ansiedad Generalizada
Lic. Marina Mariani
Presentación de la Guía
El objetivo de la presente guía es informar acerca del trastorno de ansiedad generalizada, sus manifestaciones, criterios diagnósticos, posibles tratamientos y otros aspectos ligados. Comprender lo que nos sucede es un paso fundamental en el tratamiento pero solo es un paso. La lectura de la presente guía no reemplaza, por lo tanto, al tratamiento en sí.
Los datos que aporta este material son generales por lo que en cada caso particular se manifestarán de una manera determinada dependiendo de múltiples factores (sociales, culturales, psicológicos, etc.).
Ubicando el Trastorno de Ansiedad Generalizada
El TAG forma parte de los denominados Trastornos de Ansiedad, según clasificaciones diagnósticas internacionales. Éste grupo de trastornos se caracterizan por una activación excesiva o inadecuada del mecanismo de la ansiedad. Los trastornos de ansiedad tienen gran prevalencia en la población general, es decir
Definiendo ansiedad
La ansiedad es una emoción y como tal acontece naturalmente en los seres humanos como otras emociones. Funciona en nuestro organismo como una señal de alarma ante la percepción de un posible peligro o amenaza. Se manifiesta a través de una triple respuesta:
1.Respuesta Fisiológica: determinada por la activación del Sistema Nervioso Autónomo Simpático manifestándose en sensaciones corporales.
2.Respuesta cognitiva: imágenes o pensamientos que se le presentan a la persona.
3.Respuesta conductual: lucha, evitación, huída, paralización.
La ansiedad entonces supone un estado de alarma o alerta que nos avisa que estamos frente a un peligro. En este sentido resulta adaptativa en tanto permite un grado óptimo de activación que nos ayuda a mejorar nuestro rendimiento ante situaciones peligrosas. Supongamos que una persona va caminando por la selva y percibe que un animal salvaje lo acecha. Ante ésta situación que es interpretada como peligrosa, éste sujeto comienza a sentir miedo, piensa que está en peligro y que debe hacer algo para sobrevivir, su mente comienza a acelerarse, siente que su corazón late más rápido, su respiración se torna más agitada, sin notarlo quizá tiene sus pupilas dilatadas. Todas éstas respuestas corporales y cognitivas activadas ante la visualización del peligro le permiten trepar a un árbol y mantenerse a salvo en tanto la aceleración del corazón aumenta el aporte de sangre a sus músculos, la respiración agitada hace que éstos músculos se encuentren oxigenados para responder rápidamente, la dilatación pupilar le permite ampliar el campo visual para la exploración y detección de nuevos peligros.
De éste modo consideramos a la ansiedad como una respuesta adaptativa, que nos permite sobrepasar momentos peligrosos a pesar de generar sensaciones molestas. Nuestro sistema nervioso autónomo se halla diseñado para que la ansiedad se incremente hasta un punto a partir del cual disminuye naturalmente por sí sola. Se torna patológica cuando se desencadena en forma excesiva o inadecuada, ante peligros no reales o sobrevalorados.
El Trastorno de Ansiedad Generalizada
El TAG se caracteriza por la presencia de ansiedad y preocupación excesiva y persistente sobre una amplia gama de acontecimientos o actividades incluso cuando éstas no parecerían merecer tal nivel de preocupación. Este estado de constante preocupación resulta difícil de controlar y provoca malestar en el sujeto. La preocupación no solo aparece por lo que sucede sino también por lo que podría suceder en ausencia de indicios de dificultades futuras. Esto lleva al sujeto a estar constantemente preocupado y alertas. Por lo general, las personas que sufren de Ansiedad Generalizada anticipan e imaginan eventos negativos permanentemente, esperando lo peor. El mecanismo de la preocupación resulta ser un encadenamiento de hipótesis que desembocarían en una situación catastrófica. El pensamiento se torna poco claro, con imágenes catastróficas o difusas, se piensa en destellos y fragmentos, con términos altamente globales e inespecíficos.
El mecanismo de la preocupación representa un intento de solución mental del problema sobre resultados inciertos que siempre revisten carácter negativo. Es habitual cometer el error de creer que el preocuparnos nos mantiene alertas, otorgándole a la preocupación una significación positiva cuando en realidad provoca un malestar clínico notable.
Junto a éste estado de constante preocupación pueden aparecer los siguientes síntomas:
- Inquietud o impaciencia.
- Fatigabilidad fácil.
- Dificultad para concentrarse o tener la mente en blanco.
- Irritabilidad.
- Tensión muscular.
- Alteraciones del sueño.
Tratamientos posibles
Existen diversos abordajes psicoterapéuticos para el tratamiento de la ansiedad. Dentro de ellos, la Terapia Cognitivo-Conductual ha demostrado eficacia en el tratamiento del TAG por su efectividad en la reducción de los síntomas de ansiedad, preocupación y tristeza tanto a corto como a largo plazo.
Asimismo se recomienda la utilización de antidepresivos (IRSS, IRSSN, ADT) en el tratamiento del TAG.
Evolución del trastorno
Las investigaciones científicas en torno al TAG continúan a fin de comprender mejor las causas del trastorno y su evolución. Hasta el momento se ha observado mayor prevalencia en mujeres que en hombres así como también se considera al TAG como un trastorno crónico que puede evolucionar favorablemente a partir del abordaje psicoterapéutico y en ocasiones desde un tratamiento combinado (psicoterapéutico y farmacológico).